Un paseo por Oviedo

El Sidrón en su recorrido por las ciudades y villas más cercanas, hoy recaló en Oviedo. Nada mas llegar a esta ciudad nos damos cuenta de dos cosas que la diferencias otras ciudades, su limpieza y sus jardines.

La limpieza es total en todos los aspectos y las fuentes y jardines entre los que destaca el Parque de San Francisco, están sumamente cuidadas y atendidos con esmero. El Sidrón hoy da un pequeño paseo por el casco viejo de la ciudad comenzando por la calle Argüelles donde encontramos restos e la muralla antigua de Oviedo y siguiendo el paseo llegamos al monumento a la memoria de Jovellanos y al Monasterio de Las Clarisas (monjas de clausura).

En esta zona todos los muros son de piedra labrada, sillares esculpidos por buenos profesionales que dan señales de nobleza y poder de épocas pasadas. Enseguida nos encontramos con una placa dedicada a los fundadores de la Ciudad, pues aunque parece ser que el poblamiento ya existía en épocas romanas, son los monjes Máximo y Fromestano los que en el año 761 crean la ciudad que posteriormente Alfonso II El Casto desarrolla y la convierte en capital, sentando las bases de lo que hoy conocemos como La Capital de Asturias.

Siguiendo el paseo y siempre entre muros de piedra llegamos a la catedral y su amplia plaza también rodeada de edificios nobles. En una esquina de la plaza y a mitad de camino más o menos entre la catedral y La Casa Consistorial encontramos (como no podía ser de otra forma) La Regennta, personaje principal de la obra de Leopoldo Alas (Clarin).

Terminamos el paseo en la plaza del Ayuntamiento que por una de sus travesías nos lleva a la zona moderna de esta ciudad.

Por hoy, para El Sidrón ha sido suficiente paseo. Disfruten de las fotografías.